Ahora, en lugar de los cultivos tradicionales que crecían en la isla italiana, como las aceitunas y los cítricos, los agricultores cambiaron a cultivar plantas tropicales. El cambio climático y la expectativa de calentamiento, los obligaron a asimilarse a las condiciones y crecer lo que crecerá. En este momento, los empresarios están usando esto activamente y están empezando a experimentar.
El joven empresario, Andrea Passanisi, de 17 años, quien, según otros sicilianos, estaba involucrado en un negocio desventajoso, debido al cambio climático, ahora es el propietario de una empresa para el cultivo de mangos y aguacates en la isla. La fruta siciliana de Passanisi ya se exporta a China y otros países europeos.
Su colega, Santo Fragal, comenzó a criar camellos en la región mediterránea. Trae ganado por la leche y agrega que el calor siciliano tiene un efecto positivo en estos animales exóticos. El agricultor hizo hincapié en que, a pesar de que sus conciudadanos aún no estaban acostumbrados a su granja de camellos y otros negocios agrícolas similares, el cambio climático está abriendo nuevas oportunidades para los agricultores, y deben ser utilizados.